En aplicaciones médicas
Tratamiento probado para enfermedades crónicas
Las unidades de entrenamiento en instalaciones de altitud mejoran la tolerancia a la carga, el metabolismo y la formación de la sangre, según los estudios de la Hypoxie Medical Academy y la universidad de Innsbruck. Se han obtenidos efectos muy positivos en personas que padecen enfermedades típicas de la civilización, como afecciones respiratorias, hipertensión o trastornos metabólicos y del sueño. Se estimula tanto la función del sistema cardiovascular como la respiración, por lo que el tratamiento de aire de montaña no solo puede aplicarse para aumentar en rendimiento sino también para el tratamiento del asma, la bronquitis y la rinitis alérgica.
Un ciclo de tratamiento abarca 12 sesiones, aunque tras 8-10 sesiones ya suele apreciarse una mejora mensurable.